Paga las deudas de su marido follándose a un prestamista

Que el amor a veces es ciego es algo con lo que estamos completamente de acuerdo. Mujeres y hombres por igual hacen locuras con tal de satisfacer a sus parejas y así pueden estar toda la vida simplemente por amor. El marido de esta tetona es realmente un hombre afortunado, ya que su mujer siempre es la que le soluciona todos los marrones. Esta vez el tipo se había empeñado hasta las cejas porque tiene un problema de ludopatía y a su esposa, totalmente desesperada, sólo se le ocurrió una cosa. Pensó que pidiendo un préstamo conseguiría arreglar el problema al menos momentáneamente, pero se equivocaba porque no cumplía los requisitos necesarios para conseguirlo. Consciente de que si no lo conseguía les quitarían su casa, no le quedó más remedio que usar su cuerpo a modo de moneda de cambio.