Violet Myers conoce a su nuevo compañero de piso

La casa que tenía alquilada se le quedaba demasiado grande Violet Myers porque básicamente era una mansión y se sentía muy sola, además de que pagaba al mes una pasta. Como no quiere tener pareja decidió compartir la casa con alguien más, pero tenía que ser un hombre porque así se sentiría más segura y además un hombre fuerte y musculoso. Después de hacer varias entrevistas al final encontró al tío adecuado, un entrenador deportivo muy simpático, guapo y cachas. En principio la cosa no iría más allá de compartir gastos y ser buenos compañeros, pero claro, el cuerpo de Violet no puede pasar desapercibido para nadie y la cosa no tardó en liarse.